Los cambios realizados al régimen aduanero, que buscaban la armonización con estándares internacionales, la simplificación de trámites y un mejor balance entre control y facilitación del comercio exterior, no en todos los casos han logrado sus objetivos.
Entre las críticas que ha generado, especialistas mencionan el intento de desincentivar el uso de los almacenes extraportuarios y promover el despacho directamente en puerto para que así los importadores no tengan que trasladar su mercadería a estos terminales temporales, a pesar que todavía no puede garantizarse, desde una perspectiva logística, que el despacho en puerto se pueda implementar inmediatamente.Asimismo, con el objetivo de agilizar el comercio exterior, se ha priorizado el despacho anticipado, a través del cual se permite iniciar los trámites aduaneros antes de que la carga arribe a territorio nacional, sin tener en cuenta que existen ciertos negocios que necesitan que la mercancía arribe al territorio nacional para empezar a gestionar los procedimientos y documentos para la importación.Esta medida y la reducción de plazos de 30 días a 15 días para considerar, por ejemplo, cuándo una mercadería cae en abandono, han ocasionado un pronunciamiento por parte de la Comunidad Andina (CA). La entidad internacional ha criticado esta reducción –pues no coincide con el plazo mínimo de 30 días establecido por la CA– y ha señalado que el despacho anticipado es una opción para el importador y no debiera ser impuesto obligatoriamente.También debe afinarse la comunicación adecuada que debe existir entre Aduanas y las entidades encargadas del control de las mercancías, como Digesa, Senasa y Digemid, que no existe hoy.Pero todo es perfectible y confiamos que todo se hará para impulsar el comercio exterior.Y si su empresa es una de las que tiene que implementar el sistema de facturación electrónica en diciembre de 2016, contáctenos
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