Las compañías de Europa pueden ahorrar costes de entre el 60% y el 80% con la adopción de la facturación electrónica, en comparación con los procesos en papel, según un informe impulsado por RICOH y publicado por Billentis, destacando que el período de amortización desde la implementación de la tecnología es de entre seis y 18 meses.
Según el informe, casi una cuarta parte (24%) de las facturas será procesada de forma electrónica durante este año, esto equivale a aprox. 6.000 millones de facturas sin papel enviadas en toda Europa. También anticipa un crecimiento anual del 22% en facturación electrónica en las compañías y la administración pública. A esto se suma que todos los mercados encuestados han nombrado la reducción de costes como factor clave para adoptar la facturación electrónica.
La Comisión Europea ha demostrado el ahorro de costes que se puede lograr en toda la UE con el uso de esta tecnología. La Comisión resaltó que en Dinamarca los contribuyentes ahorran 150 millones de euros y las compañías reducen sus costes en 50 millones cada año gracias a la facturación electrónica. A su vez, en Italia el uso del e-procurement ahorra más de 3.000 millones de euros. La Comisión también señala que, una vez implantada en toda la UE, la facturación electrónica en la administración pública podría ahorrar 2.300 millones de euros anuales.
Eduard Farga, director de Marketing y Desarrollo de Negocio de RICOH España, expresa que “Ciertamente, el reto de migrar a la facturación electrónica no se puede llevar a cabo de un día para otro, por lo que las organizaciones europeas están buscando la ayuda de expertos. El servicio de facturación electrónica de RICOH (Ricoh Invoicing Services) ofrece a las compañías una única plataforma con la que pueden gestionar de forma fácil facturas en papel y digitales al mismo tiempo. Así, se benefician de los ahorros en costes y medioambientales procedentes del menor uso de papel. A partir de aquí, pueden migrar de forma gradual hacia un verdadero proceso de facturación multicanal, más fácil y seguro”.
Agregó que “Para prosperar en la era digital y mantener su ventaja competitiva, tanto las pequeñas como las grandes compañías no pueden permitirse seguir ignorando el potencial de eficiencia de la facturación electrónica”.