5 Diferencias entre las boletas y las facturas electrónicas
Entender las diferencias entre la boleta y la factura electrónica en Perú es fundamental para quienes operan un negocio o realizan transacciones comerciales en el país. Entre las cinco diferencias entre las boletas y las facturas electrónicas tenemos:
Naturaleza de la transacción
Boleta Electrónica: Una de las principales diferencias entre la boleta y la factura; es que las últimas se utilizan principalmente para registrar transacciones de venta de bienes o servicios a consumidores finales; es decir, a personas que no requieren un comprobante de pago para deducir impuestos. Por lo tanto, las boletas son ideales para empresas que atienden al público en general.
Factura Electrónica: Las facturas electrónicas, en cambio, se utilizan para documentar transacciones comerciales entre empresas o para ventas a consumidores finales cuando estos últimos lo requieren para deducir impuestos. Las facturas son necesarias cuando se vende a otras empresas o se trata de ventas mayores que requieren una documentación más detallada.
Boleta Electrónica: Las boletas electrónicas contienen información básica sobre la transacción, como el nombre y número de RUC (Registro Único de Contribuyentes) del emisor y del receptor, la descripción de los bienes o servicios, el monto total y el impuesto (IGV) incluido.
Factura Electrónica: Las facturas electrónicas requieren información más detallada, como la dirección fiscal de ambas partes, el número de orden de compra, el tipo de moneda utilizada, los datos de referencia a documentos relacionados y otros detalles específicos de la transacción. Esto hace que las facturas sean más adecuadas para transacciones comerciales formales.
Deducción de impuestos
Boleta Electrónica: Las boletas electrónicas no permiten la deducción del Impuesto General a las Ventas (IGV) para las empresas que las reciben, ya que están destinadas principalmente a consumidores finales que no tienen esta capacidad.
Factura Electrónica: Las facturas electrónicas son esenciales para que las empresas deduzcan el IGV pagado en sus compras y gastos. Esto significa que las empresas pueden recuperar parte del impuesto pagado, lo que puede ser beneficioso desde el punto de vista fiscal.
Almacenamiento y conservación
Boleta Electrónica: Las boletas electrónicas deben ser conservadas por el emisor y el receptor de la transacción durante un período de tiempo específico establecido por la SUNAT. La conservación puede ser física o electrónica.
Factura Electrónica: Las facturas electrónicas también deben ser almacenadas y conservadas, pero el período de retención puede variar según la situación fiscal de la empresa. Además, la SUNAT puede requerir la presentación de estas facturas en auditorías fiscales, por lo que es crucial mantener una organización adecuada de los documentos.
Aunque los dos métodos hagan parte del mismo sistema de facturación electrónica; las boletas y facturas se usan para diferentes transacciones, asimismo, se necesitan de distintos requisitos de información, deducción de impuestos y autorización. Es debido a las diferencias entre las boletas y las facturas electrónicas que para las empresas es una necesidad comprenderlas para llevar un mejor desempeño fiscal. Si necesitas más información sobre Facturación Electrónica te invitamos a leer nuestro blog: 5 preguntas frecuentes sobre facturación electrónica. Asimismo, si requieres ponerte al día con la obligatoriedad de la norma de SUNAT, contáctanos y nuestros expertos podrán ayudarte con este proceso.