La agroindustria ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo de las sociedades humanas a lo largo de la historia; y sigue siendo una actividad de vital importancia estratégica en la actualidad. La relación entre la agricultura y la población está experimentando cambios significativos que involucran avances tecnológicos y una gestión más efectiva.En el momento actual, estamos presenciando una transformación en la agricultura que se asemeja en importancia a la Revolución Verde de la década de 1960. Esta revolución previa se caracterizó por la adopción de tecnologías de vanguardia, como semillas de arroz y trigo de alto rendimiento, irrigación y fertilizantes, que permitieron un aumento sustancial en la producción de alimentos. Sin embargo, también tuvo un impacto ambiental negativo debido al uso indiscriminado de fertilizantes y pesticidas; lo que resultó en daños a la tierra y la contaminación del agua.Hoy en día, la inteligencia artificial (IA) y la robótica están desempeñando un papel fundamental en lo que podríamos llamar una "Segunda Revolución Verde" en la agroindustria. La diferencia clave es que esta vez estamos trabajando activamente para minimizar los daños al medio ambiente. Los avances en robótica incluyen la capacidad de cosechar cultivos, eliminar malas hierbas y recopilar datos para mejorar la gestión agrícola. Los expertos confían en que la IA permitirá cumplir de manera más eficiente los objetivos alimentarios y climáticos, al tiempo que se desperdiciarán menos recursos.La IA también está siendo utilizada para recopilar y analizar datos críticos para la toma de decisiones agrícolas. Plataformas como Watson de IBM recopilan información sobre precios de mercado; patrones meteorológicos y rendimientos de cosechas para proporcionar a los agricultores información valiosa sobre cuándo cosechar; cuántos fertilizantes utilizar y cuál es el momento óptimo para la siembra.
Ventajas de la robótica y la IA en la agroindustria
Una de las principales ventajas de la robótica y la IA en la agricultura es que están al alcance de todos, incluidos los pequeños agricultores; lo que les brinda la posibilidad de competir en igualdad de condiciones con los grandes actores del sector. Anteriormente, la automatización se asociaba principalmente con cultivos a gran escala que dependían en gran medida de maquinaria pesada, lo que a menudo llevaba al uso excesivo de combustibles fósiles e insecticidas. Esto creaba desigualdades significativas entre los agricultores más pequeños y los grandes conglomerados agrícolas.A pesar de las prometedoras perspectivas, es fundamental destacar que la aplicación de la robótica y la IA en la agricultura todavía se encuentra en sus primeras etapas. Además de implementar estas tecnologías, es necesario establecer políticas y evaluaciones rigurosas para garantizar una adaptación efectiva y monitorear constantemente su impacto en las comunidades agrícolas y el medio ambiente. El equilibrio entre la eficacia y los costos debe ser cuidadosamente considerado en este proceso de transformación agrícola.
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